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libros en pdf y epub 6715
Saturday, 13 April 2019
Donde Descargar libro de El hombre que confundió a su mujer con un sombrero - Oliver Sacks

 

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el siglo pasado llamaban vagamente «sentido muscular» (la conciencia de la posición relativa del tronco y las extremidades, recibida de los receptores de las articulaciones y de los tendones) no llegó a definirse de todos modos (y a llamarse «propriocepción») hasta la década de 1890. Y los controles y mecanismos tan complejos mediante los que se alinean como corresponde y equilibran en el espacio nuestros cuerpos, ésos no se han definido hasta este siglo, y todavía encierran varios secretos. Es posible que sólo en esta era espacial, con los peligros y la independencia paradójica de una vida sin gravedad, tengamos la posibilidad ver realmente nuestros oídos internos, nuestros vestíbulos y todos los demás reflejos y receptores misteriosos que estructuran el sentido de orientación del cuerpo. Para el hombre normal, en ocasiones normales, sencillamente no existen. Su sepa puede hacerse, no obstante, muy evidente. Si hay una sensación deficiente (o deformada) en nuestros descuidados sentidos misterios, lo que nos pasa es demasiado raro, un equivalente incomunicable a estar ciego o sordo. Si la propriocepción queda completamente bloqueada, el cuerpo pasa a ser, digamos, ciego y sordo a sí mismo… y (como indica el significado de la raíz latina proprius) deja de «poseerse», de sentirse (ver «La dama desencarnada» del capítulo tres).

El anciano se quedó de repente muy concentrado, las cejas fruncidas, los labios apretados. Se quedó inmóvil, pensando, ensimismado, ofreciendo un cuadro que me encanta: un tolerante en el preciso momento en que descubre (medio intrigado, medio asombrado), en que se da cuenta por primera oportunidad de cuál es precisamente el inconveniente y, de forma simultanea, qué es precisamente lo que hay que hacer. Ése es el momento terapéutico. —Déjeme reflexionar, déjeme pensar —murmuró, medio para sí, frunciendo aun más las cejas y subrayando cada punto con unas manos fuertes y nudosas—. Déjeme suponer. Piense usted conmigo… ¡tiene que haber una solución! Yo me inclino hacia un lado y no puedo darme cuenta de que lo hago ¿no? Tendría que tener alguna sensación, una señal clara, pero no la hay, ¿verdad? ¿no? hizo una pausa y después siguió. —Yo fui carpintero —dijo, y se le iluminó la cara—. Utilizábamos siempre un nivel de burbuja para entender si una cosa estaba a nivel o no, o si se encontraba vertical o no lo estaba. ¿Hay algo así como un nivel de burbuja en el cerebro? Asentí. —¿Puede estropearlo la enfermedad de Parkinson? Asentí otra vez.

—¿Es eso lo que me ha pasado a mí? Asentí por tercera vez y le dije: —Sí. Sí. Sí. Al hablar de un nivel de burbuja, el señor MacGregor había dado con una analogía fundamental, una metáfora para un sistema básico de control que hay en el cerebro. Hay partes del oído interno que son de hecho de forma física (literalmente) como niveles; el laberinto está compuesto por canales semicirculares que contienen un líquido cuyo movimiento está constantemente controlado. Pero no eran estos canales, en cuanto tales, los principalmente afectados; era más bien su capacidad para utilizar los órganos del equilibrio, en conjunción con el sentido de sí mismo del cuerpo y con la imagen visual que tiene del mundo. El simple símbolo del señor MacGregor no sólo abarca el laberinto sino también la complicada integración de los tres sentidos secretos: el laberíntico, el proprioceptivo y el visual. Y el parkinsonismo altera esta síntesis. Los estudios más profundos (y prácticos) de estas integraciones (y de sus curiosas

desintegraciones en el parkinsonismo) son los que hizo el insigne Purdon Martin, ya fallecido, y figuran en su admirable libro The Basal Ganglia and Postures (publicado en 1967 en primera edición pero continuamente inspeccionado y ampliado en los años siguientes; estaba finalizando exactamente una versión actualizada cuando falleció). Refiriéndose a esta incorporación, este integrador, del cerebro, Purdon Martin escribe: «Tiene que haber un centro o una “autoridad superior” en el cerebro… una especie de “controlador”. Este controlador o autoridad superior debe tener información del estado de estabilidad o inestabilidad del cuerpo». En la sección dedicada a «reacciones de inclinación», Purdon Martin destaca esta triple contribución al mantenimiento de una posición permanente y erguida, indica que el parkinsonismo altera su delicado equilibrio, y explica, precisamente, que «es recurrente que se pierda antes el elemento laberíntico que el proprioceptivo y el visual». Dice además de modo implícito que este triple sistema de control opera tal es así que un sentido, un control, pueda compensar la ausencia de los otros… no del todo (pues los sentidos difieren en su capacidad) pero sí en parte, al menos, y hasta un grado de utilidad. Los controles y reflejos visuales son a lo mejor los menos importantes… comunmente. Mientras los sistemas vestibular y proprioceptivo estén intactos, nos mantenemos en especial equilibrio con los ojos cerrados. No nos inclinamos ni nos caemos al cerrar los ojos. Pero al parkinsoniano, con su precario sentido del equilibrio, puede sucederle. (Es recurrente ver a pacientes de la enfermedad de Parkinson sentados en las posiciones más excesivamente inclinadas, sin la menor conciencia de ello. Pero si se les brinda un espejo, de modo que logren ver su postura, se enderezan inmediatamente).

La propriocepción puede compensar en una medida considerable, deficiencias del oído de adentro. de esta forma, pacientes que fueron privados quirúrgicamente del laberinto (se hace en ocasiones para calmar el vértigo angustioso e insoportable de la patología de Méniére grave), aunque al principio no El hombre que confundió a su mujer con un sombrero epub pueden tenerse parado ni ofrecer siquiera un paso, pueden estudiar a utilizar y a impulsar maravillosamente la propriocepción; a usar, en concreto, los sensores de los gigantes músculos latissimus dorsi de la espalda (la extensión muscular mayor y más móvil del cuerpo) como un órgano de equilibrio suplementario y


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https://www.bbc.com/mundo/noticias-38502761

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Posted by librosonlineenpdfoepub4840 at 11:27 AM EDT
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